Watergate, el escándalo político más famoso en la historia de los Estados Unidos de América, constituyó una serie de actuaciones fraudulentas provenientes de la Administración Nixon, que acabaron con la imputación de algunos consejeros muy cercanos al Presidente y con la dimisión del mismo, en agosto de 1974, por primera y única vez en la historia del país.

Los escándalos comenzaron con el arresto de cinco hombres por allanamiento de la sede del Comité Demócrata Nacional (espionaje) en el complejo de oficinas Watergate en Washington, D.C. el 17 de Junio de 1972.
Las investigaciones llevadas a cabo por el FBI y después por el comité Watergate en el Senado, y por las realizadas por la prensa, revelaron el enorme alcance de los crímenes y abusos cometidos, que incluían fraude en la campaña electoral, espionaje político y sabotaje, intrusiones ilegales, auditorías de impuestos falsas, escuchas ilegales a gran escala y un fondo secreto en México para pagar a quienes realizaban estas operaciones, fondo que también se utilizó para comprar el silencio de los cinco primeros hombres imputados.

Nixon y su equipo conspiraron para tapar el allanamiento seis días después de los hechos. Nixon tenía un sistema de grabación de cintas en las que había grabado un número elevado de conversaciones, cintas que demostraron que había obstruído a la justicia. Estas conversaciones fueron conocidas como "The Smoking Gun" (Pistola Humeante). Tras una serie de batallas legales, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos de América decidió de forma unánime que Nixon debía entregar las cintas, a lo que finalmente accedió.

Teniendo la certeza de que sería formalmente acusado por la Cámara de Representantes y de que sería condenado por el Senado, Nixon dimitió diez días más tarde, convirtiéndose en el único presidente estadounidense que renunció al cargo. Su sucesor, Gerald Ford, le concedió un controvertido indulto por todos los delitos federales que hubiera cometido durante su mandato.

El 17 de Junio de 1972 Frank Wills, guardia de seguridad del complejo Watergate, advirtió que alguien había estado en el edificio. Cinco hombres fueron arrestados en las oficinas de la sede del Partido Demócrata, entonces partido en la oposición, uno de ellos perteneciente al FBI y los cuatro restantes a la CIA.
Dos periodistas del Washington Post, Carl Bernstein y Bob Woodward, investigaron para desenredar una compleja maraña que apuntaba hacia la Casa Blanca. Los periodistas recibieron la ayuda
anónima de un informador que se hizo llamar Deep Throat (Garganta Profunda), cuya identidad no fue revelada hasta treinta y tres años después del escándalo, y que se trató de W. Mark Felt, antiguo director adjunto del FBI.